Veleros

Meifrèn i Roig, Eliseu
1858, Barcelona - 1940, Barcelona
Veleros, s/f
Firmado en el ángulo inferior derecho: ''Eliseo Meifren''
Colección Carmen Thyssen-Bornemisza
Óleo sobre lienzo
82 x 130 cm
CTB.1995.32
Historia de la obra
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Subastas Ansorena, Madrid, 14 de noviembre de 1995.
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Colección Carmen Thyssen-Bornemisza.
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-El paisatgisme català; del naturalisme al noucentisme en la Col·lecció Carmen Thyssen-Bornemisza. Llorens Serra, Tomás (ed.). [Cat. exp. Andorra, Sala d’Exposicions del Govern d’Andorra, 1997-1998]. Andorra, Ministeri de Cultura, 1997, n. 23, p. 82. [Ficha de Jaume Socias].
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-La pintura española del cambio de siglo en la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, Zaragoza, Palacio de Sástago, 1998, n. 11, p. 58.
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-Aspectos de la tradición paisajística en la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, Málaga, Salas de Exposiciones del Palacio Episcopal, 1999, n. 71, p. 220.
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-El paisatge en la pintura catalana del canvi de segle (1870-1935). Col·lecció Carmen Thyssen-Bornemisza, Manresa (Barcelona), Sala d’Exposicions del Centre Cultural el Casino, 2003, n. 8, p. 36, lám. p. 37.
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-Pintura catalá do Naturalismo ao Noucentisme. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, Santiago de Compostela, Fundación Caixa Galicia, n. 16, p. 70. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza, 2004, n. 19, p. 76, lám.
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-El mar en la pintura española. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, Valencia, Sala de Exposiciones del Edificio del Reloj, Puerto de Valencia, 2005, n. 14, p. 62, lám. p. 63.
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-Meifrèn y el paisaje catalán en la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, Los Arcos (Navarra), Casa de Cultura Carmen Thyssen-Bornemisza; Castejón (Navarra), Museo de Castejón, 2006, p. 30, lám. p. 31
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-Pintura Catalana del Naturalismo al Noucentisme. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, Oviedo, Sala de Exposiciones Banco Herrero, 2007, n. 19, p. 76, lám. p. 77.
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-Paisatges de llum, paisatges de somni. De Gauguin a Delvaux. Col·lecció Carmen Thyssen-Bornemisza, Sant Feliu de Guíxols, Espai Carmen Thyssen,2012, p. 68, lám. p. 69.
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-Días de verano. De Sorolla a Hopper. Moreno, Lourdes (ed.)[Cat. exp. Málaga, Museo Carmen Thyssen Málaga]. Málaga, Fundación Palacio de Villalón, 2015, n. 58, pp. 148-149, lám.
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– Paraísos. Impresionismo europeo y americano. Colección Carmen-Thyssen Bornemisza. Centro Cultural Bancaja. Fundación Bancaja [Cat. Exp.], Fund. Bancaja, Valencia, 2020. p.42-43 [Ficha Jaume Socías Palau]
Informe del experto
Casi exactamente la mitad superior del cuadro la ocupa el cielo y el resto, el mar. A la derecha, al fondo, una ciudad o puerto importante del que únicamente destacan unas chimeneas y sus delgadas columnas de humo. En el centro dos veleros vistos de popa navegan con las velas abiertas y tras ellos dos gaviotas vuelan a ras de agua, siguiendo la pequeña estela del velero más próximo. Tanto el agua como el cielo tienen un color muy semejante, con matices de azul pálido y gris; apenas tiene el cuadro más color porque el sol está ya escondido tras la larga barrera de nubes sobre el horizonte. Es la hora de un atardecer tranquilo, casi sin brisa ni olas: por eso cuelgan sin fuerza las velas y ambas barcas avanzan sin fuerza.
Este cuadro es un buen ejemplo, por su sencilla composición y la exquisita contención de color, de la gran maestría de Eliseu Meifrèn como creador de marinas, el género en el que triunfará desde joven y al que continuará dedicándose siempre. Sin duda la obra debe ser bastante primeriza: lo certifica la firma, todavía con el nombre completo «Elíseo», que más tarde sustituirá siempre por la «E.» inicial. Pocos pintores han llegado a saber expresar el encanto del mar y del cielo con la perfección con que lo hace Meifrèn y si en ocasiones se le ha criticado por su enorme producción y por la repetición de temas, ha de reconocerse que muchísimas veces -como ésta- alcanza un magnífico resultado. Pasa a menudo que la calidad de nuestros artistas es más reconocida fuera que en el mismo país y este es el caso de Meifrèn, que tuvo momentos de gran éxito en Cataluña pero también pasó temporadas de grandes críticas, mientras que triunfó bien temprano fuera, sobre todo en el centro del arte mundial que entonces era París.
No es de extrañar, por tanto, que ante un cuadro como éste, exquisito de color, suavísimo de luz y de pincelada, poético ya la vez descriptivo, uno de los mejores críticos españoles de su tiempo, Lafuente Ferrari, dijera que nuestro pintor era el verdadero patriarca del Impresionismo en Cataluña y uno de los renovadores del paisaje en España. Poco a poco se vuelve a reconocer todo el valor de Meifrèn como un excelente pintor y las anteriores palabras de un gran crítico tienen todo el peso de una sentencia.
Jaume Socías Palau