Puesta de sol en Yosemite

Bierstadt, Albert
Solingen, 1830 - Nueva York, 1902
Puesta de sol en Yosemite, c. 1863 (Sundown in Yosemite)
Firmado en el ángulo inferior derecho: ''A. Bierstadt'' [AB en monograma].
Colección Carmen Thyssen-Bornemisza.
Ubicación: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid.
Óleo sobre lienzo
30,5 x 40,6 cm
CTB.1980.9
Historia de la obra
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Colección particular
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Kennedy Galleries, Inc., Nueva York
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Thyssen-Bornemisza Collection, Lugano, 1980
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Colección Carmen Thyssen-Bornemisza
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-Novak, Barbara: Nineteenth-Century American Painting: The Thyssen-Bornemisza Collection. Ellis, Elizabeth Garrity… [et al.]. Londres, Sotheby´s Publications, 1986 , n. 66, p. 210, lám. [Ficha Ellis]
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-Storm Nagy, E.: Europa e America. Dipinti e acquerelli dell’ Ottocento e del Novecento dalla Collezione Thyssen-Bornemisza. Guida delle opere esposte. Milán, 1993, n. 2, p. 23, lám.
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-De Canaletto a Kandinsky. Obras maestras de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza, [Cat. Exp. Museo Thyssen-Bornemisza], 1996, n. 40, p. 124.
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-Capolavori dalla Collezione di Carmen Thyssen-Bornemisza: 60º anniversario dell’apertura della Pinacotecca di Villa Favorita, Lugano, Villa Favorita, [Cat. Exp. Villa Favorita], 1997, n. 47, p. 136.
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–Del vedutismo a las primeras vanguardias. Obras maestras de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, [Cat. Exp. Museo de Bellas Artes de Bilbao], 1997, n. 10, p. 80.
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-Masterworks from the Carmen Thyssen-Bornemisza Collection, Tokio, Tokyo Metropolitan Art Museum; Takaoka, Takaoka Art Museum; Nagoya, Matsuzaka Art Museum; Sendai, Miyagi Museum of Art, [Cat. Exp. Japan], 1998, n. 16, p. 50.
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-Aspectos de la tradición paisajística en la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, Málaga, Salas de Exposiciones del Palacio Episcopal, [Cat. Exp. Sala Exposiciones Palacio Episcopla, Málaga], 1999, n. 39, p. 140.
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-Naturalezas pintadas de Brueghel a Van Gogh. Pintura naturalista en la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza, [Cat. Exp. Museo Thyssen-Bornemisza], 1999, n. 18, p. 78.
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-Explorar el Edén. Paisaje americano del siglo XIX, Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza, [Cat. Exp. Museo Thyssen-Bornemisza], 2000, n. 36, p. 145.
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-Colección Carmen Thyssen-Bornemisza. Arnaldo, Javier (ed.). 2 vols. Madrid, Fundación Colección Thyssen-Bornemisza, 2004, vol. 1, p. 254, lám. p. 255 [ Ficha de Elizabeth Garrity Ellis]
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-Paraísos y paisajes en la Colección Carmen Thyssen. De Brueghel a Gauguin, Málaga, Museo Carmen Thyssen Málaga, [Cat. Exp. Museo Carmen Thyssen Málaga], 2012, n. 13, p. 92, lám. p. 93.
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-La ilusión del Lejano Oeste. Museo Thyssen-Bornemisza, [Cat. Exp. Museo Thyssen-Bornemisza], 2015, Madrid. Cat. 14. pp. 47 (imagen).
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-La Ilusión del Lejano Oeste. Museo Carmen Thyssen Málaga,[ Cat. Exp. Museo Carmen Thyssen Málaga], 2016. Cat. 14. p. 47. (imagen).
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– Arte Americano en la Colección Thyssen. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza [Cat. Exp. Com.: Alarcó, P.; Campo Rosillo, A.], Ed. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid, 2021. Cat. 8 , p. 60.
Informe del experto
«Si las informaciones eran correctas, nos dirigíamos al lugar original del Jardín del Edén», escribía Fitz Hugh Ludlow refiriéndose a la excursión que había emprendido en compañía de Bierstadt al valle de Yosemite, objetivo primordial del segundo viaje del artista al oeste en 1863. El sublime escenario del «Gran Yosemite», al que los turistas habían llegado por primera vez en 1855, había inspirado varios relatos de viajes. El más gráfico era el compuesto por una serie de cartas de Thomas Starr King al periódico Boston Evening Transcript desde diciembre de 1860 hasta febrero de 1861. Éste bajó hasta el valle, rodeado de dentados precipicios y tumultuosas cascadas, y comentó entusiasmado: «Cada jalón del trayecto me provoca sorpresa, estupefacción y una solemne alegría». King, sacerdote unitario que se había trasladado de Boston a California, conoció a Bierstadt y Ludlow cuando éstos llegaron a San Francisco en julio y pensó en principio acompañarlos a Yosemite.
Ludlow se quedó deslumbrado por el valle: «A lo lejos, hacia el oeste, se ensancha cada vez más, abriéndose entre grandes sierras -en un campo de perfecta luz, brumosa por sus propios excesos- como una indescriptible difusión de gloria creada por las ascuas del ave fénix del sol poniente». Éstos eran los efectos que Bierstadt pretendió captar en algunos apuntes rápidos y de pequeñas dimensiones al óleo, tales como Puesta de sol en Yosemite, que hizo durante las siete semanas que pasó en el valle. Ludlow dejó constancia de ello en los siguientes términos: «Sentados en su divino taller […] nuestros artistas comenzaron a trabajar siguiendo el único método para que un pintor sea auténtico o un paisaje tenga vida: apuntes de color del natural».
Las llamas del sol poniente que irrumpen por entre las paredes de granito en Puesta de sol en Yosemite y en otras composiciones de grandes dimensiones basadas en estos apuntes, como por ejemplo Puesta de sol en el valle de Yosemite, era un símbolo popular del destino milenario del oeste. Dos décadas antes de que los turistas descubrieran el valle, un escritor sostenía lo siguiente: «Este mundo occidental ha conservado lo ignoto durante mucho tiempo con el sublime propósito de abrirlo, en un determinado momento de la historia, para que se convierta en el teatro en el que puedan actuar y desarrollarse libremente los más excelsos principios».
El sublime paisaje de Yosemite, descubierto durante los terribles años de la guerra civil, volvió a poner en candelero esta retórica. King, acérrimo unionista, invocaba la profecía de Habacuc al describir el valle de Yosemite: «Hiendes con torrentes el suelo».
Elizabeth Garrity Ellis