Mediterráneo

Sunyer i de Miró, Joaquim
Sitges, 1874 - 1956
Mediterráneo, c. 1910-1911 (Mediterrània)
Firmado en el ángulo inferior derecho: ''Sunyer''
Colección Carmen Thyssen-Bornemisza
Óleo sobre lienzo
85,5 x 130 cm
CTB.1996.57
Historia de la obra
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Colección del artista.
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Familia del artista (por descendencia).
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Colección Carmen Thyssen-Bornemisza.
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-Maragall, J.: ”Impresión de la exposición Sunyer. A un amigo”. En Museum. Barcelona, 1911, vol. I, n. 7, p. 259, lám.
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-Castillo, A. del: ”Joaquín Sunyer en el primer centenario de su nacimiento”. En Goya. Madrid, 1974, n. 122, p. 92.
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-Benet, Rafael: Sunyer. Barcelona, Polígrafa, 1975, n. 103, pp. 58-49, 224, lám.
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-Panyella, V.: ”El Noucentisme a Sitges. 3. Miquel Utrillo Joaquim Sunyer”. En Miscel·lània Penedesenca. Sitges, 1982, n. 5 , p. 167.
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-Suàrez, A., y Vidal, M.: ”L’oportuna revisió de l’obra de J. Sunyer”. En Serra d’Or. Barcelona, 1983, n. 251, p. 59.
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-Vallès i Rovira, I.: ”De l’ideari noucentista a la realitat sunyeriana. Una lectura de Mediterrània, Pastoral i Cala Forn”. En V Congrés Espanyol d’Història de l’Art. Barcelona, 1984, p. 197, lám.
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-Vallès i Rovira, I.: ”Sunyer i la recerca d’un ideal estilístic”. En D’art. Barcelona, 1985, n. 11, p. 349-352.
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-De Canaletto a Kandinsky. Obras maestras de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza Museo Thyssen-Bornemisza. Llorens Serra, Tomàs; (ed.). [Cat. exp. Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza]. Madrid, Fundación Colección Thyssen-Bornemisza, 1996, n. 92, p. 234. [Ficha de Francesc Fontbona].
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–Los 98′ ibéricos y el mar: Exposición Mundial de Lisboa 1998, Pabellón de España, del 3 de agosto al 30 de septiembre. Bozal, Valeriano (ed.). [Cat. exp.]. Exposición Mundial de Lisboa 1998, Pabellón de España, 1998, p. 196, lám. [Ficha de Carmen Bernárdez Sanchís].
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–Joaquim Sunyer. La construcción de una mirada. Mendoza, C. y Doñate, M. [Cat. exp.]. Barcelona, Museu Nacional d’Art de Catalunya – Madrid, Fundación Cultura Mapfre Vida, 1999, n. 45, p. 180, lám.
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-Calvo Serraller, F.: Las cien mejores obras del siglo XX. Historia visual de la pintura española. Madrid, 2001, n. 10, p. 45, lám.
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-Llorens, Tomás: “El ideal clásico en el arte moderno”. En Madrid 2001-2002. pp. 32-201, cit. p. 96, n. 31, lám. p. 95.
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-Llorens, Tomàs: Forma: el ideal clásico en el arte moderno. [Cat. exp., 2001-2002]. Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza, 2001.
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-Rousseau, P.: ”Méditerranisme, la modernité tranquille”. En Connaissance des arts. París, enero 2002, n. 170, p. 32-33.
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-Jiménez-Blanco, María Dolores: “Sobre Gauguin y el Sintetismo en el arte español”. En Madrid 2004-2005, pp. 86-103, cit. p. 102.
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-Solana, Guillermo: Gauguin y los orígenes del simbolismo. [Cat. exp. 2004-2005]. Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza – Fundación Caja Madrid, 2004.
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–La tradición moderna en la Colección Carmen Thyssen. Monet, Picasso, Matisse, Miró, Málaga, Museo Carmen Thyssen Málaga, 2011, p. 104, lám. p. 105. [Cat. exp.]
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-Rusiñol, Monet, Gauguin, Sunyer. El paisaje en la Colección Carmen Thyssen, Gerona, CaixaForum; Tarragona, CaixaForum; Lérida, CaixaForum, 2012, n. 39, p. 132, lám. p. 133. [Cat. exp.]
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-Brihuega, Jaime: “Radiografías de Julio Romero de Torres en su tetraedro. Clasicismo crepuscular. Ensimismamiento castizo. Efluvio morboso. Intuición de lo moderno”. En Málaga 2013, pp. 37-63, lám. p. 48.
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–Julio Romero de Torres. Entre el mito y la tradición. Moreno, Lourdes (ed.). [Cat. Exp.]. Málaga, Museo Carmen Thyssen Málaga, 2013.
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-Courbet, Van Gogh, Monet, Léger. Del paisaje naturalista a las vanguardias en la Colección Carmen Thyssen, Málaga, Museo Carmen Thyssen Málaga, 2013, n. 29, p. 116, lám. p. 117. [Cat. exp.]
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–L’ideal en el paisatge. De Meifrèn a Matisse i Gontxarova. Col·lecció Carmen Thyssen, Sant Feliu de Guíxols, Espai Carmen Thyssen, 2014, p. 116, lám. p. 116. [Cat. exp.]
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-Mediterráneo. Una Arcadia reinventada. De Signac a Picasso. Museo Carmen Thyssen Málaga, [Cat. Exp.], 2018. Cat. 9, p. 61 y portada.
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–The Worlds of Joaquín Torres-García. Acquavella Galleries, 2018, New York. [Cat. Exp. 12 Abril – 29 Junio, 2018, New York]. p. 41 (imagen).
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-Redescubriendo el Mediterráneo. Fundación MAPFRE, Madrid. [Cat. Exp.], 2018, Cat. 45, p.142 y p. 65 (frag. imagen.)
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– Paraísos. Impresionismo europeo y americano. Colección Carmen-Thyssen Bornemisza. Centro Cultural Bancaja. Fundación Bancaja [Cat. Exp.], Fund. Bancaja, Valencia, 2020. p. 104-105 [Ficha de Francesc Fontbona]
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-Pintar la luz. Maestros catalanes de la Colección Carmen Thyssen. Museo Carmen Thyssen Málaga [Cat. Exp.], Ed. Fundación Palacio de Villalón, Málaga, 2021. Cat. 26, p. 79.
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-Caminos de modernidad. 1860-1980. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza. Centro Cultural Bancaja, Valencia [Cat. Exp. Comisariado: Moreno Molina, L.; Beltrán Alandete, M.]. Fundación Bancaja, Valencia, 2022. P. 142-143 [Ficha de Francesc Fontbona]
Informe del experto
Mediterráneo de Joaquim Sunyer es una de las obras fundacionales del Noucentisme pictórico. Cuando en abril de 1911 Sunyer expone individualmente en la galería Faianç Català de Barcelona un conjunto de sesenta obras —entre las cuales ésta era de las más destacadas—, el nuevo aire que aportó la exposición llegó en el momento oportuno para hacer cambiar el rumbo de la pintura catalana.
Eugenio d’Ors llevaba ya algunos años hablando, en su «Glosari» diario del periódico La Veu de Catalunya, de un movimiento cultural nuevo, el Noucentisme, que en lo que atañía al arte no acababa de concretarse en un estilo definido. D’Ors defendía la obra de los artistas de su propia generación y los agrupaba bajo la bandera de lo que él llamaba Noucentisme, que hasta entonces era más una voluntad de ser que una real plasmación estética definida y diferenciada.
Así las cosas, la muerte de Isidre Nonell en febrero de 1911 dejaba la pintura joven catalana privada de su líder más carismático; pero a la vez, el personal postimpresionismo que encabezaba el pintor desaparecido perdía momentáneamente gran parte de su fuerza y de su representatividad. En mitad de aquel panorama la exposición Sunyer fue como una revelación y el estilo que aportaba pasó fulminantemente a constituir precisamente el ejemplo deseado de la nueva tendencia noucentista.
Como si hubiera seguido el consejo de Torres-García, que desde hacía tiempo incitaba a los jóvenes artistas catalanes a abandonar la influencia de la gente del Norte para mirar al Mediterráneo, Sunyer, que hasta entonces, radicado en París, practicaba una pintura postimpresionista cercana a Bonnard, dio un giro inesperado e introdujo una visión idealizada del Mediterráneo inspirada en Cézanne, aplomada, arcádica y sencilla hasta las puertas del ingenuismo.
Este giro ingenuista no fue al principio del todo bien entendido. Aparte de los tradicionalistas hostiles, en las propias filas del nuevo movimiento había reticencias. Joaquim Folch i Torres, crítico señero del joven Noucentisme, dedicó un amplio artículo a la exposición, pero se extrañaba de que siendo Sunyer «tan sabio en cosas del oficio», en su afán de retorno a lo primario suprimiera «los medios que de una manera tan gloriosa podrían dar expresión a su sentimiento», y para reafirmar su opinión no dudaba en aventurar que si Giotto «hubiera tenido más sabiduría del oficio la habría puesto toda al servicio de la expresión del sentimiento que quería traducir».
Joan Maragall, el poeta e intelectual catalán más prestigioso del momento, saludó la aportación de Sunyer como la quintaesencia de lo catalán, aunque también no sin un cierto desasosiego, pues el gran escritor curiosamente representaba hasta entonces el mundo modernista, aquel contra el que la nueva generación de Sunyer, d’Ors, Torres-García y tantos otros (Casanovas, Clarà, Nogués…) se estaban levantando.
Maragall, con todo, consagró realmente al nuevo Sunyer, y centró su argumentación en el óleo titulado Pastoral (hoy conservado justamente en el Arxiu Maragall de Barcelona), y ello otorgó a esta obra un valor añadido que provocó su adquisición por parte de Francesc Cambó, el político con más futuro del catalanismo de la época.
Todo lo que Maragall dice de Pastoral es igualmente aplicable a Mediterráneo, que por el propio título que le dio su autor resulta ser el símbolo más explícito del Mediterráneo que con tanto éxito reivindicó desde entonces la escuela noucentista6. El hecho de que Sunyer, poco después de su presentación en Barcelona, al exponer la obra en Múnich, la tasara al precio más alto de entre las obras expuestas allí, y que luego la conservara siempre para sí en su colección particular es sin duda un índice cierto del peso emotivo que el propio artista otorgaba a la pieza.
Francesc Fontbona